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31 mar 2014

Entre flores de primavera y hojas secas

Este mes de marzo se paso muy muy muy rápido, pero muy rápido, empezó con un cambio inesperado en el animo de una persona que estaba muy cercana y muy lejana a la vez... algo se enfrió y seguramente también se quebró. 
Algunos días después malas noticia, la posibilidad de  abrir  un camino para poder volar por alguna razón se bloqueo,  mis deseos de volver a ver ese mar que llaman Mediterráneo se desvaneció. 
De repente, una persona muy cercana a mi hermano, mi madre y a mi nos da otra mala noticia, pero muy mala noticia, momentos duros y doloroso y sin saber como ayudar, por otro lado y paralelo a todo esto una mudanza hecha en medio de ciertas carencias y muchas exigencias, lo que ha dado un mes bastante confuso y agotador para mi.


Seguramente muchos dirán que es exagerado, un drama en un vaso de agua. Dejemos a un lado el juicio... escribiendo hago un poquito de descarga en el alma, de descarga emocional. Mi madre nos enseño, desde chicos, ha escribir carticas, a escribir notas, nos decía: -Las cartas sirven para poder releerlas, pensar lo que se dice y como se dice y también darle la oportunidad al otro de releerla y reflexionar si es el caso- y bueno... las palabras quedan en el aire, finalmente una carta o una nota escrita amorosamente nunca caerá mal, lo que cae mal es caer en la cuenta de lo que nosotros mismos hemos generado o sentimos y lo negamos, reprochándonos y juzgándonos finalmente algo que pasa en nuestro interior. 

Si teníamos una discusión o pelea, recuerdo que mi madre nos dejaba alguna notica entre los cuadernos del cole, al abrir el cuaderno nos encontrábamos con la notita, donde ella nos decía algo muy amoroso. Le doy las gracias a mi madre por enseñarme este tipo de comunicación, me ha servido para conocerme y conocer aun mas u otras facetas del que la recibe.

En medio de este extraño mes, en el que, por un lado, se resolvió algo muy importante y también de un momento a otro, se me deshizo, se desvaneció un sueño que vengo proyectando profesionalmente, me encontré llena de dudas y preguntas… desde el 1 de marzo hubo un cambio, que finalmente, no logro terminar de entender a pesar de preguntarme, como me lo sugiere mi hermano, -para que?
Para que? Para que pasa esto? Tengo parte de la respuesta y pido constantemente la otra parte, de ese para que?

Me he encontrado en el Facebook una serie de frases de esas que la gente monta en recuadros o diseños evocadores, los famosos "post", estos suelen ayudar o terminar de joder lo expuesto en el cartelito de turno… yo también los he llegado a diseñar, el caso es, que hoy, justo hoy 31 de marzo del 2014 a la 1h16 de la madrugada, me reencuentro por tercera vez, publicado, si! por tercera vez con un post que dice:

“Cada persona que pasa por nuestra vida es única. Siempre deja un poco de sí y se lleva un poco de nosotros. Habrá los que se llevarán mucho, pero no habrá de los que no nos dejarán nada. Esta es la prueba evidente de que dos almas no se encuentran por casualidad ” Jorge Luis Borges

Volví a caer en el link de la misma reflexión en el Facebook una y otra vez, abri y volví a re-leer, esta ultima vez me encontré con una nota que la complementaba, la nota empieza así:

Un misterio, un encuentro


“Cada persona que pasa por nuestra vida es única. Siempre deja un poco de sí y se lleva un poco de nosotros (…) Jorge Luis Borges

Nuestra vida se encuentra repleta de encuentros con los demás, ya sea con un familiar, un amigo, nuestra pareja o incluso un desconocido. Andamos continuamente encontrándonos con los otros, interaccionando con ellos, sin embargo, pocas veces nos detenemos a reflexionar sobre la naturaleza y riqueza de estos contactos. Ya sea un pequeño instante, como largas horas conversando, cada uno de estos encuentros, lleva consigo mucha riqueza y crecimiento si nos detenemos  a observarlos.

Dos personas se encuentran, dos mundos se encuentran
El encuentro entre dos personas, ya sea a través de la amistad, el amor o cualquier otro motivo, es algo complejo. Cada persona es un mundo, un misterio, con sus experiencias pasadas, sus características personales y sus miedos. Las relaciones con los demás por lo tanto son un misterio, un enigma.
Cuando dos personas se encuentran, es como si se creara un nuevo mundo a partir de ellas, con tan solo reunirse, una nueva existencia aparece, y es a través de este fenómeno cuando ambas personas comienzan a cambiar y transformarse, fruto de la relación que ha comenzado entre ellas. Así lo señalaba el famoso psiquiatra suizo Carl G. Jung,  “El encuentro entre dos personas es como el contacto de dos sustancias químicas: si hay alguna reacción, ambas se transforman”. Y aunque en el comienzo tan solo se reúnan las periferias o superficies de éstas, si se gana intimidad o se vuelve más cercana, poco a poco pueden llegar a unirse sus centros o profundidades. Es decir, ya no son una persona y otra, desde el momento en el que se relacionan se forma como un compendio de todas sus interacciones, la esencia de la relación en sí misma. 

La importancia de las interacciones 

Cada persona responsable de un encuentro colabora con una palabra, una frase, un gesto o su silencio. Lo importarte es que nunca dejamos de comunicarnos, porque aun cuando no lo pretendemos y callamos, ya estamos enviando un mensaje al otro con nuestro silencio. Y sin embargo, muchas veces pasa desapercibida la riqueza de todo esto. Ya sea un encuentro agradable como uno desagradable, todo lo que sucede nos influye, permitiéndonos crecer de una u otra manera. Lo importante es que nos demos cuenta, que vivamos la interacción, y saquemos el jugo que ésta nos ofrece para avanzar en nuestro aprendizaje.
No es solo preocuparnos qué hay de bueno o malo en el otro, sino de ver cómo nos afecta, y qué podemos extraer de todo ello hacia nosotros. Sumergirnos en ese encuentro, y aprovecharlo para ir creciendo, dándonos cuenta de dónde erramos, cómo acertamos, que enseñamos o nos enseñan, siendo capaces de apreciar la belleza de la interacción, la capacidad de compartir.

Lo importante no es trabajar solo con nuestra experiencia, sino enriquecernos con la que nos enseñan, y aprovechar el momento para disfrutar de esa vivencia, positiva o negativa, pero que si somos conscientes jamás nos dejará indiferente porque aprenderemos de ella.

“Las personas se encuentran cuando necesitan encontrarse” Paulo Coelho

Ahora veo a mi alrededor, miro con quienes interactúe este mes, con quienes deje de interactuar, con quienes me comunique y con quienes deje de comunicarme… con quienes cree silencio y que mensaje estoy enviando a través de estos largos silencios acompañados de añoranzas.

Y si… este mes fue raro, algo cambio en mi… no logro identificar si fue algo que se rompió en mi interior, si es solo cansancio, si es un profundo desconcierto… si, tal vez es eso, desconcertada y cansada… pero al re-leer la publicación de -La mente es maravillosa-, que soporta el texto de Jorge Luis Borges, que tanto me cruce hoy, entiendo que, tal vez, la sensación que tengo es exactamente las palabras de Carl G. Jung,  “El encuentro entre dos personas es como el contacto de dos sustancias químicas: si hay alguna reacción, ambas se transforman”.

Tal vez algo se transformo desde el 1 de marzo, no precisamente por el “contacto o una buena comunicación” sino por la falta de estos… por la falta de comunicación, fue tanto, tan rápido y tan fuerte que 4 semanas exactas, del 1 al 31 de marzo no han sido suficientes para terminar de reaccionar con tanta información, con tantos cambios, con tantas noticias entre ellas, mas malas que buenas, pero… para que?

Abril, llega la primavera para una parte del planeta, llega el otoño para la otra parte del planeta, llegan las flores y también las hojas secas, las dos llenas de colores… y tal vez y seguramente nuevos encuentros con otras personas… nuevamente química transformándose.

Para que? Para entender y asumir la responsabilidad de nuestras palabras, gestos y profundos silencios… que, a veces, solo causan confusión. Poder asumir y entender como todo esto nos afecta, si, como nos afectan los encuentros entre flores y hojas secas, como nos afecta, finalmente, la primavera, inicios de un ciclo, o el otoño, finales de un ciclo y controlar el juicio ya que es tan duro de manejar y simplemente entender que los encuentros, sea con quien sea y en donde sean, son cuestión de química y susceptibles a transformaciones, a cambios, nada se queda en el mismo punto.

Y finalmente retomo a Paulo Coelho “Las personas se encuentran cuando necesitan encontrarse” 

Foto: Elena Shumilova, fotógrafa rusa.




















Donde me encuentro? En estos momentos viviendo entre flores y hojas secas...
Iris.







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